Saber hacia donde ir es algo importante, pero ¿Qué pasa cuando te dejas llevar?

Anoche empecé a ver una película donde la protagonista era una espía muy entrenada y hacía cosas increíbles con una seguridad aplastante, cuando llevaba 20 minutos viéndola, decidí que estaba tan cansada del día que había tenido, que verla a ella me hizo plof la cabeza y necesitaba dormir. También he de decir, que llevo una semana con malestar en la garganta y ya ha derivado a tos, así que… todo suma un poco.

En esta época del año, cuando todos los proyectos de otoño invierno ya están casi terminados, es momento de pensar en el nuevo año que asoma por la esquina, y el 2024 viene fuerte, así que, seguramente volveré a creerme como esa espía y me llenaré de proyectos como si me creyera una super mujer.

Pero realmente, los objetivos de nuevo año es algo que a mi por un lado me estresa, porque nunca me veo capaz, pero por otro me ilusiona, yo soy muy de contradicciones, por ejemplo, al ver que otras cuentas llegan a tener un número de seguidores, pues yo no puedo evitar poner ese número como una meta del año, y ¿Qué pasa? pues que cuando estás dos años con la misma meta, pues te viene a la cabeza muchas cosas pero también pienso, bueno, es sólo un número, pero ese número son personas y si no bajas el número, es porque esas personas ven en ti una bonita marca y persona y confían en tu trabajo.

Hace unas semanas, y después de dos años, ya tiene mi cuenta de Instagram 10K, y por supuesto que salté y bailé y canté, y reí, pero al día siguiente bajó, pero después subió y después bajó, hasta llegué a pensar que Instagram se estaba burlando de mí jajaja… llegar a ese número y esa letra, para mi era muy grande, y mi sensación tras haber llegado es que ahora estoy más tranquila, porque ya no se ven las centenas, a no ser que entre en las estadísticas, que nunca hago, siempre al entrar en mi perfil está el 10k y no un baile de números constante subiendo y bajando, así que ha sido algo muy tranquilizador en mi día a día.

tener una marca como Marianela galo es super bonito porque soy yo, con el corazón en la mano, y el perfil de Instagram es un lugar que cuido y mimo muchos momentos del día, y ahora, ya olvidándome del dichoso número ¡no sabéis cómo lo disfruto! me estoy dejando llevar y se me ha abierto la mente a una palabra «comunidad».

Cada ver que alguien le da a seguir me provoca una sonrisa, pero acto seguido pienso en la comunidad de tejedoras tan bonita que hay en el perfil, personas de todo el mundo que me escriben y apoyan en los lanzamientos y en los malos momentos también. Pero da igual que tengas 10 personas o 10k de personas siempre es una comunidad.

Porque una comunidad de personas que nos gustan las mismas cosas, es como un bosque o una planta que hay que cuidar, respetar y dejar que fluya, porque no hay que olvidar que somos personas detrás de cada número.

Para el 2024 estoy en plena decisión de proyectos, porque tampoco hay que olvidar que Marianela Galo sólo soy yo, y sólo tengo dos manos, pero deseo que todo lo que tenga que venir os guste, y que siempre estéis a gusto en mi rincón de esta red enorme que es Internet donde me voy a dejar llevar.

Os deseo un otoño lleno de proyectos de tejido que realmente disfrutéis y marquen un gran recuerdo de vida. Aprovecho y os pongo el enlace del documental que participé sobre tejedoras a manos de Amalia Silva se llama «las tejedoras, la tejedora» que participo junto con @thymeweaver y @fititi_knit.

Gracias por todo.

Marianela

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